El Ahuehuete del Retiro: El Abuelo Verde de Madrid

¿Alguna vez te has preguntado qué se siente al ser una celebridad arbórea? Pues nuestro amigo el ahuehuete del Retiro lo sabe bien. Este veterano de la naturaleza no solo tiene su propia página de Wikipedia (¡toma ya!), sino que también es toda una estrella en el exclusivo Catálogo de Árboles Singulares de la Comunidad de Madrid. ¡Vamos, que es el Brad Pitt del mundo vegetal madrileño!

Un Árbol con Curriculum Vitae

Imagínate que los árboles tuvieran que presentar su CV para conseguir un puesto en un parque. El ahuehuete del Retiro tendría el suyo lleno de «características extraordinarias». Es como si hubiera nacido para ser famoso:

  • Rareza: ✓ (Es un árbol mexicano en pleno Madrid, ¡más exótico imposible!)
  • Excelencia de porte: ✓ (Se mantiene erguido y elegante a sus casi 400 años)
  • Edad avanzada: ✓ (Es el abuelo del Retiro)
  • Tamaño impresionante: ✓ (25 metros de pura majestuosidad)
  • Significación histórica: ✓ (Ha visto más historia que un libro de texto)
  • Importancia cultural: ✓ (Es prácticamente un madrileño más)
  • Relevancia científica: ✓ (Los botánicos lo adoran)

En definitiva, que si fuera una persona, sería ese tipo que siempre gana en el «yo nunca» porque lo ha hecho todo.

La Eterna Juventud… o Casi

Ahora bien, hablemos de la edad de nuestro amigo frondoso. Aquí hay más debate que en un programa de tertulia política. Se dice que podría haber nacido allá por 1632. ¿Te lo imaginas? Cuando este árbol era un brote, Velázquez andaba pintando «Las Meninas» y Lope de Vega escribía sus últimos versos. Pero ojo, que 400 años para un ahuehuete es como tener 25 para nosotros. En México, su tierra natal, hay ejemplares que se acercan a los 2.000 años. ¡Esos sí que podrían contar historias!

Un Superviviente Nato

Si el ahuehuete pudiera hablar, tendría más anécdotas que tu abuelo en Nochebuena. Ha sobrevivido a:

  1. La ocupación francesa: Cuando Napoleón decidió que Madrid necesitaba una remodelación a lo grande, nuestro amigo se salvó por los pelos. ¿El truco? Se convirtió en el mejor amigo de la artillería francesa. Mientras sus compañeros acababan como leña, él se ganó el respeto sirviendo de apoyo para los cañones.
  2. Guerras y más guerras: Ha visto pasar conflictos como quien ve llover. Guerras mundiales, guerra civil… para él son como temporadas de una serie interminable.
  3. Filomena: Cuando este temporal histórico llegó en 2021, todos estábamos preocupados por el ahuehuete. Era como ese momento en las películas en que el héroe está en peligro y todo el mundo contiene la respiración. Pero nuestro campeón salió ileso, mientras otros árboles menos afortunados tuvieron que ser talados.

Un Mexicano en la Corte del Rey Felipe

Ubicado cerca de la Puerta de Felipe IV, nuestro ahuehuete es como ese turista que vino de vacaciones y decidió quedarse para siempre. Imagínate la escena: un árbol mexicano rodeado de un jardín francés en pleno corazón de Madrid. Es como una versión botánica de «Un Americano en París», pero con más fotosíntesis y menos baile. El parterre francés que lo rodea es todo un espectáculo en sí mismo. Trazados geométricos, estanques coquetos y setos tan bien recortados que parecen sacados de una peluquería de lujo. En medio de todo esto, nuestro ahuehuete se alza como diciendo: «Sí, soy diferente, ¿y qué?».

El Benjamín de la Familia

Aunque 400 años suenen a mucho (imagina las velas que necesitaría ese pastel de cumpleaños), nuestro ahuehuete es un jovenzuelo comparado con el verdadero patriarca de los árboles españoles. En Rascafría, al norte de la Comunidad de Madrid, se encuentra el Tejo de Barondillo. Este veterano tiene la friolera de 1.300 años. Es como el bisabuelo que cuenta historias de «cuando todo esto eran campos» y realmente lo eran5.

Más que un Simple Árbol

El ahuehuete del Retiro es mucho más que un montón de ramas y hojas. Es un testigo vivo de la historia, un superviviente, un símbolo de resistencia y adaptación. Ha visto Madrid crecer y cambiar, ha sobrevivido a guerras, tormentas y la contaminación urbana. Es como ese abuelo cool que todos quisiéramos tener: lleno de historias, fuerte como un roble (o en este caso, como un ahuehuete) y con un aire de misterio que te hace querer saber más. Así que la próxima vez que pasees por el Retiro, date una vuelta por el parterre y saluda a nuestro amigo el ahuehuete. Quién sabe, tal vez te cuente alguna de sus historias en el susurro de sus hojas. Y si no, al menos podrás presumir de haber conocido a una auténtica celebridad del mundo vegetal. ¡Porque en Madrid, hasta los árboles son estrellas!

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