La Fábrica de Cervezas El Águila es uno de esos lugares que han marcado la historia industrial de Madrid. Fundada en 1900 por Augusto Comas y Blanco, esta fábrica no solo produjo cerveza, sino que también se convirtió en un símbolo del empuje industrial madrileño de principios del siglo XX. Su creación respondió a una época de transformación y modernización, justo después de la pérdida de las últimas colonias españolas.
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Innovación y Ubicación Estratégica
La fábrica de cervezas El Águila se estableció en una ubicación estratégica dentro del Ensanche de Castro, en el barrio de Delicias del distrito de Arganzuela. Esta zona se beneficiaba de una excelente conexión ferroviaria gracias a las cercanas estaciones de Atocha y Delicias, lo que fomentó el desarrollo de un característico paisaje industrial en el sur de Madrid. La planta inicial constaba de 10 edificios que abarcaban una superficie de 8.507 m², con la maltería como elemento destacado.
Este edificio, que albergaba el horno y la chimenea, ocupaba 5.166 m² distribuidos en 7 plantas y se ha conservado prácticamente en su estado original, con la excepción de un pasadizo añadido en los años 30 para conectarla con el pabellón de cocción. La maltería funcionaba como el núcleo central del complejo, donde se llevaban a cabo los procesos preliminares de la elaboración de cerveza, incluyendo la selección del grano y el tostado de la malta. Para estas operaciones, se empleaba maquinaria de la firma alemana J.D. Veining and Sohn, lo que refleja la inversión en tecnología avanzada por parte de la cervecera

«La Fábrica de Cervezas El Águila es uno de esos lugares que han marcado la historia industrial de Madrid. Fundada en 1900 por Augusto Comas y Blanco, esta fábrica no solo produjo cerveza, sino que también se convirtió en un símbolo del empuje industrial madrileño de principios del siglo XX.»
Infraestructura y Procesos de Producción
En sus primeros años, la fábrica contaba con diez edificios en una superficie de más de 8.500 metros cuadrados. Uno de los elementos más característicos era la maltería con su gran chimenea, donde se realizaban procesos fundamentales como la selección y el tueste de la malta, utilizando maquinaria alemana de J.D. Veining and Sohn. Además, el pabellón industrial incluía zonas para la cocción y refrigeración de la cerveza, con tecnología importada de la casa Sürther Maschinem Fabrik.
Distribución y Expansión
En sus primeros tiempos, la distribución de la cerveza se hacía desde el edificio de administración, donde también se realizaban las ventas, ya que hasta 1913 no se adquirieron los primeros camiones de reparto. La bodega, de cuatro plantas, contaba con avanzados sistemas de fermentación y limpieza, además de maquinaria alemana de Siemens Halske.
La fábrica produjo tres tipos de cerveza: una alemana tipo Munich, una Dorada tipo Pilsen y una Negra tipo Imperator. No fue hasta el 1 de abril de 1903 cuando se puso a la venta la primera producción, y su éxito fue tal que en 1906 pudieron cancelar su crédito bancario y, al año siguiente, cotizar en bolsa.

«La fábrica produjo tres tipos de cerveza: una alemana tipo Munich, una Dorada tipo Pilsen y una Negra tipo Imperator. No fue hasta el 1 de abril de 1903 cuando se puso a la venta la primera producción, y su éxito fue tal que en 1906 pudieron cancelar su crédito bancario y, al año siguiente, cotizar en bolsa.«
La Guerra Civil y sus Consecuencias
La Guerra Civil Española marcó un antes y un después para la fábrica. Incautada durante casi tres años, sufrió importantes daños por los bombardeos, lo que obligó a su reparación tras la toma de Madrid por las tropas franquistas en 1939. Sin embargo, la posguerra trajo nuevos desafíos. La falta de suministros y las restricciones de combustible y electricidad afectaron gravemente su producción, llegando incluso a paralizarla durante el año 1941.
Declive y Cierre Definitivo
A pesar de las dificultades, la fábrica logró mantenerse en pie hasta la década de los setenta. En 1969 se construyó una nueva fábrica en San Sebastián de los Reyes, lo que puso en peligro la continuidad de la planta de Arganzuela. Aun así, la producción continuó hasta 1982, cuando finalmente se detuvo la actividad. En 1985, el emblemático edificio fue cerrado y desguazado.
Un Legado Industrial en la Memoria Madrileña
La fábrica original de El Águila en Madrid cerró sus puertas en 1985. Sin embargo, el edificio fue posteriormente remodelado y ahora alberga la Biblioteca Regional Joaquín Leguina y el Archivo Regional de la Comunidad de Madrid. En 2019, casi dos décadas después de su desaparición del mercado, la marca El Águila fue relanzada por Heineken, enfocándose en el segmento de cervezas artesanales y premium. Este renacimiento ha sido exitoso, con un crecimiento interanual del 35% y presencia en 50,000 negocios hosteleros de España
Hoy, la fábrica de El Águila sigue presente en la memoria colectiva de Madrid. Su arquitectura y su importancia en la industrialización de la ciudad la convirtieron en un referente de la historia cervecera española. Aunque ya no produce cerveza, su legado perdura en los edificios que aún se mantienen en pie y en el recuerdo de quienes conocieron su época dorada. Actualmente, el edificio alberga la Biblioteca Regional de Madrid Joaquín Leguina y el Archivo Regional de Madrid, preservando así su importancia histórica y arquitectónica para las generaciones futuras.
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