Madrid es una ciudad que respira historia en cada rincón, y sus edificios son testigos silenciosos del devenir de los siglos. Entre ellos, destaca la Casa Gallardo, una joya arquitectónica del modernismo tardío madrileño que, con más de un siglo de historia, sigue cautivando a quienes pasean por la Plaza de España. Este edificio, diseñado por el arquitecto Federico Arias Rey entre 1911 y 1914, representa una de las más bellas expresiones de este estilo en la capital y es, sin duda, una de las construcciones más emblemáticas de su tiempo.
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Un Poco de Historia
Antes de que la Casa Gallardo dominase el paisaje urbano de la Plaza de España, en su lugar existía un palacete que fue galardonado por el Ayuntamiento de Madrid como la mejor casa construida en la capital. Sin embargo, el auge del modernismo y la necesidad de una nueva distribución urbana llevaron a la familia Gallardo a encargar a Federico Arias Rey el diseño de un nuevo edificio, que incrementaría el volumen del terreno y aprovecharía mejor los espacios destinados a jardines y cocheras.
Las hermanas Asunción y Esperanza Gallardo fueron las propietarias del solar y quienes promovieron la construcción del edificio que llevaría su apellido. Aunque el modernismo tuvo un desarrollo más significativo en Barcelona con figuras como Antoni Gaudí, Madrid también cuenta con importantes ejemplos de este estilo, como el Palacio de Longoria y el edificio de la Compañía Colonial en la calle Mayor, destacando la Casa Gallardo como una de sus máximas expresiones.
La Arquitectura de Casa Gallardo
El edificio se alza majestuoso sobre la calle Ferraz y la Plaza de España, atrapando la atención de madrileños y turistas. La fachada, una verdadera obra de arte arquitectónica, es su elemento más llamativo. Con formas onduladas, balcones de hierro forjado y ornamentaciones de herradura, el diseño modernista cobra vida a través de un juego de volúmenes y texturas que aportan una sensación de movimiento al edificio.
Uno de sus elementos más característicos es la gran cúpula oscura que corona la estructura, en cuya superficie se distingue una letra «G» en honor a la familia Gallardo. Esta cúpula se convierte en un punto focal, recordando a otras construcciones modernistas del periodo, como el Edificio Metrópolis en la Gran Vía.
La parte posterior de Casa Gallardo no se queda atrás. Su decoración es igualmente recargada, con miradores, ornamentos florales y relieves que otorgan al conjunto una armonía visual que caracteriza el modernismo tardío madrileño. La combinación de colores en su fachada, junto con la riqueza de sus detalles escultóricos, hace que esta construcción sea una de las más admiradas de Madrid.

«El edificio se alza majestuoso sobre la calle Ferraz y la Plaza de España, atrapando la atención de madrileños y turistas. La fachada, una verdadera obra de arte arquitectónica, es su elemento más llamativo. Con formas onduladas, balcones de hierro forjado y ornamentaciones de herradura, el diseño modernista cobra vida a través de un juego de volúmenes y texturas que aportan una sensación de movimiento al edificio.»
Casa Gallardo y la Historia de Madrid
Con más de un siglo de historia, la Casa Gallardo ha sido testigo de algunos de los eventos más importantes de la ciudad. Durante la Guerra Civil Española (1936-1939), el edificio se encontraba en una posición estratégica, justo en el frente de batalla entre el ejército sublevado y las tropas republicanas. La Plaza de España y el Parque del Oeste fueron escenarios de duros combates, y la Casa Gallardo, por su ubicación, presenció en primera fila aquellos dramáticos momentos.
Pese a los daños sufridos durante la contienda, la estructura del edificio logró mantenerse en pie, y con el paso de los años fue restaurada para recuperar su esplendor original. En 1997, el Gobierno de la Comunidad de Madrid la declaró Bien de Interés Cultural, un reconocimiento a su valor histórico y artístico.
El Club Allard: Un Refugio de Exclusividad
Hoy en día, la Casa Gallardo alberga un selecto club privado: el Club Allard, fundado en 1998 y considerado uno de los templos gastronómicos más exclusivos de la ciudad. Con una cocina de autor que fusiona tradición e innovación, el Club Allard se ha convertido en un referente culinario, ofreciendo experiencias gastronómicas de primer nivel.
El acceso al interior del edificio está restringido a los socios y a quienes realicen una reserva para disfrutar de su cocina. Aquellos afortunados en cruzar sus puertas no solo pueden deleitarse con exquisitos platos, sino también admirar la belleza arquitectónica de un espacio cargado de historia y elegancia.

«Hoy en día, la Casa Gallardo alberga un selecto club privado: el Club Allard, fundado en 1998 y considerado uno de los templos gastronómicos más exclusivos de la ciudad. Con una cocina de autor que fusiona tradición e innovación, el Club Allard se ha convertido en un referente culinario, ofreciendo experiencias gastronómicas de primer nivel.»
El Legado de Casa Gallardo
La Casa Gallardo es un testimonio del esplendor arquitectónico del Madrid de principios del siglo XX. Su diseño modernista, su historia marcada por la Guerra Civil y su actual función como epicentro gastronómico la convierten en una de las construcciones más emblemáticas de la capital.
A pesar de que el modernismo no tuvo en Madrid la misma proyección que en Barcelona, edificios como este demuestran que la ciudad supo integrar y adaptar las tendencias arquitectónicas de su tiempo, dejando un legado que aún hoy sigue despertando admiración.
Si alguna vez paseas por la Plaza de España, no olvides levantar la vista y contemplar la majestuosidad de Casa Gallardo. Su cúpula, sus balcones y sus relieves nos cuentan una historia de arte, elegancia y resistencia. Porque, como todo buen edificio histórico, Casa Gallardo no solo forma parte de Madrid; es Madrid.
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