He de confesar que escribir este artículo me produce especial satisfacción. Mi entusiasmo por la poesía y por todo lo relacionado con la Generación del 27, hace que me resulte muy gratificante esbozar algunos detalles de este grupo de artistas que marcó un antes y un después en nuestra literatura. Pero voy a dejarme de confesiones y vamos a dar paso a lo que nos ocupa.
La Generación del 27 es uno de los movimientos literarios más importantes del siglo XX en España. Agrupó a un conjunto de poetas y escritores cuya obra marcó un antes y un después en la literatura española, combinando tradición y modernidad en un momento de profundas transformaciones sociales, culturales y políticas. En este texto exploraremos el contexto histórico, las influencias, las características y los eventos clave que dieron origen a esta brillante generación.
Tabla de contenidos
El contexto histórico y cultural
El nacimiento de la Generación del 27 se sitúa en los años previos a la Guerra Civil Española (1936-1939), en un período conocido como la Edad de Plata de la cultura española. Durante las primeras décadas del siglo XX, España vivió una explosión cultural gracias a la influencia de la Institución Libre de Enseñanza, las vanguardias artísticas europeas y el auge de las revistas literarias y culturales.
La Residencia de Estudiantes en Madrid se convirtió en un epicentro de efervescencia intelectual, acogiendo a figuras como Federico García Lorca, Luis Buñuel y Salvador Dalí, quienes convivieron en un ambiente de creatividad interdisciplinar. Este espacio fomentó el intercambio de ideas y el diálogo entre ciencia, arte y literatura, propiciando el desarrollo de una generación de artistas y escritores innovadores.
El homenaje a Luis de Góngora en 1927
El evento que dio nombre a esta generación fue el homenaje al poeta barroco Luis de Góngora, celebrado en diciembre de 1927 en el Ateneo de Sevilla. Este homenaje, que coincidió con el tercer centenario de la muerte del poeta cordobés, reunió a varios jóvenes escritores interesados en reivindicar la figura de Góngora, un autor que había sido despreciado por su complejidad y hermetismo en siglos anteriores.
El acto no solo fue una celebración literaria, sino también un manifiesto de unión entre los poetas de la época. Góngora simbolizaba para ellos un modelo de innovación y experimentación en el uso del lenguaje, cualidades que ellos mismos deseaban llevar a cabo en su obra.
Entre los asistentes al homenaje estuvieron figuras como Federico García Lorca, Rafael Alberti, Dámaso Alonso, Jorge Guillén, Pedro Salinas, Gerardo Diego, Luis Cernuda, y Vicente Aleixandre, todos ellos considerados pilares de la Generación del 27.
Características de la Generación del 27
El grupo destacó por su capacidad de combinar lo mejor de la tradición literaria española con las corrientes vanguardistas europeas, como el futurismo, el surrealismo y el creacionismo. Sus obras reflejan un equilibrio entre el respeto por los clásicos y la búsqueda de nuevas formas de expresión.
- Tradición y vanguardia: Los poetas de esta generación tomaron como referencia a autores clásicos como Garcilaso de la Vega, San Juan de la Cruz y Góngora, mientras exploraban formas modernas de poesía influenciadas por movimientos como el surrealismo o el ultraísmo.
- Renovación del lenguaje: La experimentación con el lenguaje fue una constante en su obra. Buscaron romper con los moldes tradicionales, creando imágenes innovadoras y nuevas estructuras poéticas.
- Temas universales: El amor, la naturaleza, el tiempo, la muerte y la búsqueda de la belleza son temas recurrentes en sus obras. Estos temas están tratados desde una perspectiva intimista y reflexiva, a menudo con un tono melancólico.
- Compromiso social: Aunque no todos los miembros del grupo tuvieron una inclinación política, muchos de ellos reflejaron en su obra las tensiones y conflictos de la España de su tiempo. Poetas como García Lorca y Alberti abordaron la desigualdad social y las injusticias de la época.
- Interdisciplinariedad: La Generación del 27 no se limitó a la poesía. Muchos de sus miembros tuvieron intereses en el teatro, el ensayo, la música y las artes visuales, lo que enriqueció su producción literaria y artística.
Los integrantes de la Generación del 27
Aunque no todos los miembros de este grupo siguieron un programa artístico común, compartían inquietudes estéticas y un profundo respeto mutuo. Entre los integrantes más destacados se encuentran:
- Federico García Lorca: Quizás el miembro más emblemático, Lorca destacó por su poesía cargada de simbolismo y por su teatro innovador. Obras como Romancero gitano y Poeta en Nueva York lo consolidaron como una figura universal.
- Pedro Salinas: Poeta de la pureza y el amor, su obra busca la esencialidad y la claridad. Su trilogía amorosa (La voz a ti debida, Razón de amor y Largo lamento) es una de las cimas de la poesía amorosa del siglo XX.
- Rafael Alberti: Con una obra variada que abarca desde el neopopularismo hasta el compromiso político, Alberti es un ejemplo de la versatilidad de la generación. Marinero en tierra es una de sus obras más conocidas.
- Vicente Aleixandre: Premio Nobel de Literatura en 1977, Aleixandre es conocido por su poesía surrealista y su reflexión sobre el ser humano y la naturaleza.
- Luis Cernuda: Su obra combina lirismo y reflexión existencial. La realidad y el deseo es una recopilación esencial de su poesía.
- Gerardo Diego: Autor de una poesía ecléctica que combina lo tradicional con la vanguardia. Fue también un gran defensor de la música en la poesía.
- Jorge Guillén: Representante de la poesía pura, su obra se caracteriza por la búsqueda de la perfección formal. Cántico es su obra más representativa.
Manuel Altolaguirre
No quiero dejar de hacer una especial mención a la figura de Manuel Altolaguirre al que, probablemente, no se le haya dado la justa relevancia sobre su labor como poeta y editor. A pesar de que su obra como autor no sea tan extensa como la del resto de los componentes de la Generación, sí es de extraordinaria belleza y con un marcado y personal estilo.
Manuel Altolaguirre, poeta, editor, impresor y dramaturgo, nació el 29 de junio de 1905 en Málaga, en el seno de una familia acomodada. Desde joven mostró interés por la literatura y la impresión, dos pasiones que marcarían su vida y trayectoria.
Altolaguirre comenzó su carrera literaria en la década de 1920. Su primera obra poética, Las islas invitadas (1926), refleja ya una sensibilidad especial por la naturaleza y los temas íntimos, con un estilo lírico influenciado por las vanguardias y la poesía pura de autores como Juan Ramón Jiménez.
Durante esos años, Altolaguirre formó parte activa de los círculos literarios de la Generación del 27, junto a figuras como Federico García Lorca, Vicente Aleixandre o Luis Cernuda. Como no podía ser de otro modo, participó en el histórico homenaje a Luis de Góngora, que hemos comentado hace unos renglones, celebrado en 1927 en Sevilla y que consolidó la identidad del grupo literario.
Su vocación más temprana fue la de impresor y editor. En 1923 colaboraría en la revista Ambos, junto a José María Hinojosa y José María Souvirón. En 1926 creó, junto a Emilio Prados, la célebre revista Litoral, que aglutinó a la que reunió a los principales autores de la época del 27. Por su dinámica actividad editorial, Pedro Salinas dijo de él que era el «Don Juan de las imprentas».
Gracias a Manuel Altolaguirre, Manolito, como le llamaban sus compañeros de Generación, la difusión de la obra y del pensamiento de este grupo de autores, tuvo gran alcance en el entorno intelectual y cultural de la sociedad de la época, además de hacer llegar la literatura a las clases populares.

Contigo
No estás tan sola sin mí.
Mi soledad te acompaña.
Yo desterrado, tú ausente.
¿Quién de los dos tiene patria?
Nos une el cielo y el mar.
El pensamiento y las lágrimas.
Islas y nubes de olvido
a ti y a mí nos separan.
¿Mi luz aleja tu noche?
¿Tu noche apaga mis ansias?
¿Tu voz penetra en mi muerte?
¿Mi muerte se fue y te alcanza?
En mis labios los recuerdos.
En tus ojos la esperanza.
No estoy tan solo sin ti.
Tu soledad me acompaña.
Manuel Altolaguirre
El impacto de las vanguardias
La Generación del 27 se vio profundamente influenciada por las vanguardias europeas, especialmente el surrealismo, que introdujo en su poesía un lenguaje onírico y simbólico. Este interés por las corrientes modernas llevó a muchos de ellos a colaborar en revistas literarias como Revista de Occidente, Litoral y Caballo Verde para la Poesía, que sirvieron como plataformas para difundir sus ideas y obras.
El fin de la Generación del 27: Guerra Civil y exilio
La Guerra Civil Española (1936-1939) marcó el fin de la Generación del 27 como grupo cohesionado. Muchos de sus miembros se vieron obligados a exiliarse, como Rafael Alberti, Luis Cernuda y Pedro Salinas. Otros, como Federico García Lorca, fueron asesinados durante el conflicto, dejando un vacío irreparable en la literatura española.
El exilio supuso una ruptura con la tradición literaria española y llevó a estos autores a reflexionar sobre temas como la nostalgia, la pérdida y el desarraigo en sus obras posteriores.
Legado de la Generación del 27
A pesar de las circunstancias adversas que rodearon su disolución, la Generación del 27 dejó un legado imborrable en la literatura española. Su capacidad para integrar tradición y modernidad, así como su búsqueda constante de la belleza y la innovación, los convierten en un referente ineludible para las generaciones posteriores.
Hoy, su influencia se percibe no solo en la poesía, sino también en el teatro, el cine y otras manifestaciones artísticas, consolidándolos como una de las etapas más brillantes de la cultura española.
En definitiva, la Generación del 27 no solo revolucionó la poesía de su tiempo, sino que también marcó un camino que sigue inspirando a los creadores de hoy.
Y es que, estimados lectores y amigos de MAD Experiencias, nuestro país, nuestra ciudad, dispone de una riqueza cultural tan extraordinaria que es de obligado cumplimiento difundirla. Y para eso estamos nosotros aquí, en Madrid, para haceros llegar el legado de la historia y de los que hicieron que sea como es, ¡maravillosa!
