Cuando hablamos de la Estatua de la Libertad, la imagen que nos viene a la mente es la de la gigantesca figura de cobre que da la bienvenida a Nueva York desde la isla de la Libertad, con su antorcha en alto y su inconfundible tono verdoso. Un símbolo universal de la libertad y la democracia que, desde su inauguración en 1886, ha sido uno de los monumentos más icónicos del mundo. Sin embargo, lo que muchos no saben es que Madrid cuenta con su propia versión de la Estatua de la Libertad, y no solo eso: ¡es más antigua que la neoyorquina!
Sí, has leído bien. En la capital de España, en un rincón poco transitado por el turismo habitual, se alza una estatua que representa la Libertad y que fue esculpida en 1853, más de dos décadas antes de que Frédéric Auguste Bartholdi diseñara la que hoy conocemos en Nueva York. ¿Dónde se encuentra esta joya oculta? En el Panteón de España, también conocido como el Panteón de Hombres Ilustres.
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La historia detrás de la estatua madrileña
Esta versión de la Libertad es obra de Ponciano Ponzano, un escultor aragonés que tuvo un papel clave en la escultura española del siglo XIX. Se inspiró en los ideales republicanos y liberales que estaban en auge en España en esa época para esculpir una figura que simbolizara la emancipación del pueblo, la justicia y el fin de la opresión.
La estatua de Ponzano no es de cobre, como la de Bartholdi, sino de mármol de Carrara, un material asociado tradicionalmente con la escultura clásica. La figura representa a una mujer joven y gallarda, vestida con ropajes ligeros y con una corona de rayos que simboliza la luz del conocimiento y la razón. En su mano derecha sostiene un cetro, que representa la autoridad, mientras que con la izquierda sostiene y pisa un yugo roto, un potente símbolo de la liberación del pueblo del sometimiento.

«Esta versión de la Libertad es obra de Ponciano Ponzano, un escultor aragonés que tuvo un papel clave en la escultura española del siglo XIX. Se inspiró en los ideales republicanos y liberales que estaban en auge en España en esa época para esculpir una figura que simbolizara la emancipación del pueblo, la justicia y el fin de la opresión.»
¿Inspiración para la Estatua de la Libertad de Nueva York?
No es descabellado pensar que la estatua madrileña pudo haber influenciado el diseño de la neoyorquina. Aunque no hay pruebas documentales que lo confirmen, algunos expertos han señalado las similitudes entre ambas estatuas. La estatua madrileña existía cuando Bartholdi realizó sus estudios de arte en Europa, y no sería descabellado suponer que pudo haberla visto en algún momento y tomado ideas para su propio proyecto.
De hecho, la estatua de Nueva York comparte varios elementos con la madrileña: ambas son figuras femeninas alegóricas que representan la Libertad, ambas llevan una corona de rayos y ambas sostienen símbolos de autoridad y emancipación en sus manos. Mientras que la de Bartholdi levanta una antorcha para iluminar el mundo y sostiene una tablilla con la fecha de la independencia de los EE.UU., la de Ponzano lleva un cetro y un yugo roto, símbolos igualmente potentes.
Un monumento poco conocido pero con gran significado
La estatua madrileña se encuentra en la parte superior del mausoleo del Panteón de España (antes llamado “Panteón de hombres ilustres”) en la calle de Julián Gayarre, 3. Es un monumento construido en honor a varios políticos y personajes ilustres del siglo XIX. En su origen, el mausoleo estaba destinado a albergar los restos de figuras clave de la historia española como Mendizábal, Argüelles y Calatrava, aunque con el tiempo también acogió los de Muñoz-Torrero, Martínez de la Rosa u Olózaga, entre otros.

El monumento fue inaugurado el 20 de febrero de 1857 gracias a una suscripción popular. En sus primeros años estuvo ubicado en el desaparecido cementerio de San Nicolás, pero en 1912 fue trasladado a su ubicación actual en el jardín del Panteón de España, donde aún hoy se puede visitar.
Pese a su importancia simbólica y a su valor artístico, esta Estatua de la Libertad ha permanecido en un segundo plano en comparación con su hermana neoyorquina. Madrid, una ciudad llena de historia y rincones sorprendentes, guarda esta joya escultórica en un lugar que, si bien no es de los más visitados, merece sin duda un lugar en la ruta de los amantes de la historia y el arte.
La relevancia de la estatua hoy
En un mundo donde el concepto de libertad sigue siendo motivo de debate, esta estatua es un recordatorio de que la lucha por los derechos y la justicia no es exclusiva de ningún país ni época. España, al igual que muchas otras naciones europeas, vivió intensas luchas políticas en el siglo XIX que dieron lugar a cambios fundamentales en su estructura social y política.
La Libertad de Madrid no es solo una pieza de mármol en lo alto de un mausoleo; es un testimonio del espíritu de una época, de la esperanza de un pueblo por un futuro mejor. Y, quién sabe, tal vez sin ella la Estatua de la Libertad de Nueva York no sería como la conocemos hoy.
Así que la próxima vez que pasees por Madrid, ¿por qué no hacer una parada en el Panteón de España y echar un vistazo a esta estatua que, sin hacer mucho ruido, lleva más de 170 años recordándonos el valor de la libertad?
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