Este madrileño barrio nació a principios del siglo XIX fuera de la ciudad, es decir, extramuros, que es el término a través del cual se denomina un núcleo urbano fuera del principal. En aquella época Madrid terminaba en el norte, en las calles de Alberto Aguilera, Carranza, Sagasta y Génova, zona conocida antiguamente como “los bulevares”.
A mediados del mismo siglo, concretamente en 1844, los habitantes de Chamberí, los «chamberileros» hicieron solicitud al rey del momento que su arrabal fuera declarado pueblo independiente o que se incorporase a Madrid ampliando la cerca e incluyendo así Chamberí.
Pero, amigos lectores, las autoridades de la época hicieron oídos sordos a la protesta y Chamberí continuó siendo un arrabal con identidad propia hasta 1868, año en el que la cerca se derribó y fue incluido en Madrid, siendo hasta la fecha uno de los barrios más castizos de la ciudad.
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¿Por qué se llama Chamberí?
Muchos os preguntaréis cuál es el origen del nombre de este madrileño barrio. Pues bien, existen diversas teorías que pueden responder a esta pregunta. Una de las barajadas hasta el momento, es aquella que nos remite a la época de la Guerra de la Independencia, momento en el que un regimiento del ejército francés – el de Chambéry – acampó en este lugar. Otra nos cuenta que Chambéry era la ciudad francesa de donde procedía María Luisa Gabriela de Saboya, esposa de Felipe V, a quien le gustaba pasear por las tierras que forman el barrio hoy por el parecido que encontraba con su tierra francesa. Existe una última teoría que el nombre puede proceder de una quinta llamada Chámbery, cuya dueña era la cantatriz Benita Moreno, famosa a principios del siglo XIX.
Chambéry era la ciudad francesa de donde procedía María Luisa Gabriela de Saboya, esposa de Felipe V, a quien le gustaba pasear por las tierras que forman el barrio hoy por el parecido que encontraba con su tierra francesa.
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La iglesia que podéis contemplar en la imagen principal es la de Santa Teresa y Santa Isabel, emplazada en la Glorieta del Pintor Sorolla. De estilo neoclásico, está presidida por una gran cúpula, y no siempre ha tenido el aspecto que actualmente muestra. Su anterior versión empezó a construirse en 1842, cuando se puso la primera piedra, y se terminó en 1856, año en el que se inauguró. Quemada durante la Guerra Civil, la iglesia volvió a construirse entre 1942 y 1950, esta vez de la mano del arquitecto José María Garma Zubizarreta.
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Su anterior versión empezó a construirse en 1842, cuando se puso la primera piedra, y se terminó en 1856, año en el que se inauguró.
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Amigos de MAD Experiencias, ¡nos vemos en nuestra próxima historia!